«Comprar la Roma sería un honor y una gran inversión: si los propietarios deciden vender el equipo, estaría dispuesto a negociar«. Raffaello Follieri es un hombre de negocios experimentado, pero el mundo del fútbol en Italia es más arriesgado que Wall Street: los rumores sobre su interés en la AS Roma, controlada por el grupo estadounidense Friedkin, han desatado un revuelo mediático que a Follieri no le importó en absoluto.
“La realidad de los hechos es esta: tuve dos reuniones en Londres con Ryan Friedkin, la primera en diciembre de 2022 y la segunda en marzo pasado. Expresé mi interés por el equipo, pero el grupo estadounidense fue claro: solo venderán si no se construye el nuevo estadio de Roma«.
El posible consorcio Follieri-jeque saudí había surgido en los últimos días tras unos rumores filtrados por el entorno romanista, pero el financiero desmiente cualquier hipótesis: «Tengo todos los recursos necesarios para hacer la Roma italiana».
El objetivo del hombre de negocios, que ha cerrado definitivamente todas las disputas legales sobre la gestión de un fondo en América, y desde 2012 ha vuelto a invertir en Europa, ahora no es solo vender piedras raras en Italia, sino lanzar la primera plataforma digital de intercambio sobre estos metales con sede en Ginebra.
En definitiva, entre piedras raras y globos, tiene recursos de sobra para invertir. En la base del tesoro acumulado por Follieri, hay, de hecho, importantes inversiones industriales realizadas en colaboración con algunos miembros de la familia real saudí. Entre estos se encuentran Follieri Energy SA (energía renovable y servicios) y Blu Lion Shipping, naviera con más de 220 maxi-tanqueros y una posición de liderazgo en el transporte de combustible.