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De su paso por prisión a una relación con Anne Hathaway: ¿Quien es Raffaello Follieri, el intermediario en la supuesta oferta Saudita por la Roma a los Friedkin?

Según cuenta, desde Arabia Saudita está preparando una oferta de muy alto nivel por la Roma. Lo cuenta Il Corriere dello Sport en su edición de hoy, explicando que incluso se está planeando una reunión en gran secreto para este miércoles. En la operación, actúan como intermediarios dos personajes que han recogido en Riad las manifestaciones de interés de un grupo árabe.

Un papel importante, explica el periódico, lo está desempeñando Raffaello Follieri, un empresario de Apulia que ya en los últimos años había intentado en vano escalar en Palermo, Catania y Foggia. El hombre nunca alcanzó su objetivo y ahora parece querer apuntar más al norte.

¿ Quien es Raffaello Follieri ?

«El rey de los metales raros». Así definió la revista Forbes a Raffaello Follieri, quien, según rumores del Corriere dello Sport, jugaría un papel importante en la oferta entregada a la familia Friedkin por parte de un grupo saudí para apoderarse de la Roma, pues formaría parte de esa grupo de intermediarios y posibles testaferros que habrían recogido manifestaciones de interés en el club Giallorossi en Riyadh.

Volviendo a los metales, el año pasado Follieri ocupó el 8% de la producción mundial, estimada en 30.000 millones de euros. Todo a través de las empresas familiares de las que es director general, a saber, Follieri Capital Limited y las más recientes Follieri Oil y Follieri Energy Group. No solo eso, porque el mediador, nacido en San Giovanni Rotondo (en la provincia de Foggia) en 1978, una vez que regresó a Italia desde los Estados Unidos, compró 162 estaciones de servicio y tres depósitos de aceite, invirtiendo no solo en metales raros, también en energías renovables, y forjando alianzas con el mundo árabe.

Si su presente en Italia parece brillar, no puede decirse lo mismo de su pasado en las Américas. Follieri, de hecho, pasó cuatro años y medio en una prisión de Pensilvania, luego de ser sentenciado en 2008 a cumplir su condena por 14 cargos, entre ellos conspiración criminal y lavado de dinero cuenta la redacción de LaRoma24.it. Todo por una estafa de 2 millones de dólares: haciéndose pasar por un asesor financiero del Vaticano, el hombre de Apulia convenció a varios empresarios cercanos al ex presidente estadounidense Bill Clinton, luego compensados ​​con 3,6 millones de dólares, para invertir grandes sumas (malgastadas por él).

De hecho, había vinculado su negocio a la Santa Sede desde 2003, cuando comenzó a recolectar bienes vendidos por esta para indemnizar a las víctimas del escándalo de la pedofilia y los transformó en edificios de prestigio. Durante su ascenso, se acercó a dos candidatos a la Casa Blanca como son Hillary Clinton y John McCain, entrelazándose también una relación con la famosa actriz de Hollywood Anne Hathaway, que terminó poco antes de su condena.

Descontado este último y su vuelta a Italia, Follieri también ha intentado en más de una ocasión comprar clubes de fútbol. En orden, Palermo, Catania y Foggia. El primer intento de adquirir la empresa rosanero data de 2018, mientras que el segundo se dio tres años después, pero en ambos casos el empresario decidió retirar su oferta. Por otro lado, la toma de control del otro club siciliano en 2019 se interrumpió de golpe, luego de que se consideró inadmisible la propuesta de Follieri, ya que este último no envió evidencia de fondos a una institución bancaria italiana.

Ese mismo año fracasó el primer intento de apoderarse del Foggia porque su grupo no pudo presentar el cheque de 500 mil euros adjunto a la manifestación de interés por la adquisición del título deportivo. En 2020, sin embargo, dio marcha atrás en la negociación por «una situación ambiental preconcebida y deliberadamente obstaculizadora claramente pilotada por quienes se han opuesto a la inversión en el equipo y en el territorio desde el primer día para favorecer otras situaciones«. Ahora, de confirmarse los rumores, volvería a intentarlo con la Roma, pero esta vez como intermediario o testaferro.

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