El camino que conducirá a Turquía para Nicolò Zaniolo empieza a tomar forma. En la Superliga, el mercado de fichajes sigue abierto hasta el próximo día 8 de febrero, por lo que Galatasaray y Fenerbahce han intentado tantear el terreno.
Según ‘Sky Sport‘, de momento el Galata está por delante de sus rivales del Fenerbahce pero lo más importante es que el número 22 está totalmente abierto a marcharse a la ciudad de Istanbul. La Roma ha hecho saber que no tiene intención de aceptar otras ofertas que no sean de compra definitiva: en este sentido, el club amarillo y rojo (el turco) habría dado el ok a esta fórmula.
El problema, sin embargo, son las cifras que están muy alejadas en este momento. No solo eso, porque aún no hay acuerdo entre Zaniolo y Galatasaray sobre la cláusula de rescisión, ya que el club otomano la quisiera más alta de lo que pedía el jugador. Todas las partes están trabajando, Nicolò dijo que sí pero de momento los acuerdos están lejos. Mañana puede ser el día de la verdad.
Zaniolo sigue en La Spezia con su familia
Mientras tanto Nicolò intenta recuperar en La Spezia la tranquilidad y el equilibrio psíquico tras el reconocimiento médico al que se sometió el viernes por parte del club, que confirmó la necesidad de un descanso. El niño, aún perturbado por lo sucedido en las últimas dos semanas, regresó a La Spezia para superar los estados de ansiedad que fueron confirmados por el médico designado por Roma. El italiano entendió que estaba equivocado (aunque nunca usó la palabra disculpa en su carta dictada a la agencia) y está esperando entender qué sucederá en los próximos días. Deberá descansar, pero mientras tanto entrenará solo para no perder su condición atlética.
Zaniolo no ha tenido noticias de nadie de Trigoria. Sólo un compañero le envió un saludo con un mensaje. El atacante ha sido incluido en la lista de la UEFA, pero a día de hoy es imposible predecir si volverá a entrenar con sus compañeros y cuándo.
El pasado 30 de enero, Zaniolo envió a la Roma un certificado médico por un malestar psicológico que le impedirá durante un mes poder entrenar en el Fulvio Bernardini, debido a un estado de zozobra ligado a las agresiones de la afición y todo el caos que se desató. de su solicitud de traslado y su negativa a ir al Bournemouth. La negativa volvió cuando ya era demasiado tarde. Solo después de la próxima visita se decidirá una posible ruta de regreso a los entrenamientos en Trigoria. Pero hasta entonces el jugador podrá trabajar solo, en su exilio en La Spezia.
