Tiago Pinto aterriza en Portugal. Está allí para ver el partido amistoso de esta noche contra el Braga y para quedarse -salvo cambios repentinos- hasta su conclusión, prevista para el 2 de agosto, con la prueba final contra el Farense.
Como era de esperar, se presentó sin el delantero centro ni el centrocampista, que sin embargo siguen siendo una prioridad en sus pensamientos, así como en el corazón de Mourinho, que no ve la hora de mejorar su plantilla para poder competir al menos por la Champions, escribe Alessandro Angeloni en Il Messaggero. Pinto tiene en mente lo que no puede hacer y por eso se concentra en lo que está dentro de sus posibilidades, siempre que la billetera y los balances se lo permitan: Scamacca -como se sabe- tiene costos significativamente más bajos que Morata.
El West Ham se está convenciendo de que la cesión puede ser una solución para revalorizar a Gianluca, Pinto busca el fichaje a coste cero, o casi, para luego decidirse a invertir en él la próxima temporada: por tanto, una cesión con derecho a compra. Luego está la cuestión Renato Sanches, al que Luis Enrique convocó para el último amistoso pero le mantuvo en el banquillo. Sabemos que el técnico español es muy estricto con aquellos jugadores que carecen de grandes estímulos y que quizás son un poco frágiles físicamente. Lo está valorando, pero digamos que si tuviera que salir París no seria un problema para el entrenador.