El final de algo siempre va acompañado de balances. En el caso de Roma, la situación se enfoca en el aspecto financiero pero también en el técnico y táctico. Hay muchos jugadores en la plantilla que llegó a Budapest que no reiniciarán la temporada en Trigoria. O al menos podrían dejar el centro deportivo durante el verano cuenta Corriere dello Sport.
Además de Wijnaldum, que por muchas razones no funcionó y costó demasiado para lo que ofrecía a cambio, salta a la vista la despedida de Mady Camara, a quien Tiago Pinto había fichado a préstamo desde el Olympiacos precisamente para tapar el hueco que dejó la grave lesión de Gini. El tercer jugador cedido es Diego Llorente, sobre quien, sin embargo, se deben valorar algunas variables: según el contrato, debería regresar a Leeds, después de los pocos meses que pasó en Italia, pero la Roma está contenta con su desempeño e incluso podría mantenerlo bajo ciertas condiciones.
Incluso está en la balanza Leonardo Spinazzola, quien tiene un año más de contrato. También estaría feliz de quedarse pero está mirando para otro lado ya que el club no lo considera intransferible. Luego está el joven Volpato, tan útil en otoño como excluido en 2023. Sassuolo le siguió el verano pasado pero también tiene otros admiradores, como es normal en un talento de 20 años.
Por último, habría que evaluar las posiciones de Abraham e Ibañez, quienes deberían ser los jugadores sobre los que construir las mejores plusvalías. Aunque esta sobre la mesa el riesgo de no encontrar pretendientes dispuestos a invertir cantidades interesantes.