Ida y vuelta en el mismo día. El partido fuera de casa con menor distancia de la Serie A permite a De Rossi experimentar la fórmula que tanto apreciaba como futbolista, cuando el entrenador era Luis Enrique.
Así que todo el mundo quedo libre después del entrenamiento de este sábado por la tarde, el permanencia en Trigoria era opcional y la cita de esta mañana para la salida en autobús hacia Frosinone cuenta Roberto Maida en el Corriere dello Sport.
Con la ligereza de un viaje dominical, precisamente para permitir a los jugadores (en particular a Mancini, que se convirtió en el padre de Bianca: mis mejores deseos) relajarse con sus respectivas familias. Quién sabe si De Rossi insistirá en este modo de viajar en el futuro.