Magnífico gol, Magnífico Lorenzo. La genialidad de Pellegrini, decisiva para el rumbo del Roma-Napoli, es una señal tan fuerte que parece una candidatura: ¿cómo puede Mourinho dejarlo ahora fuera también ante la Juve? Puede estar ahí y no sería un escándalo, evidentemente. Pero es comprensible que esta vez el jefe quiera pensarlo bien cuenta Roberto Maida en el Corriere dello Sport. La semana pasada no hubo dudas, tras ver el pésimo partido de Bologna. El capitán más Spinazzola y Renato Sanches habrían sido excluidos porque estaban lejos de las mejores condiciones.
Hoy, sin embargo, Pellegrini demostró en el campo no sólo su vitalidad sino también su influencia en los asuntos del equipo. Si Lukaku también le dio las gracias, reservándole palabras muy dulces, significa que Pellegrini no es un jugador que deba dejarse en el banquillo a la ligera. Queda por ver si podrá regresar al Allian Stadium y cómo, con un brazalete enrollado. Si Dybala acuerda con Mourinho jugar desde el principio, se asignarán los lugares en ataque. Por el contrario, sin quitarle nada a Belotti, la Roma podría empezar el partido con un armador extra, Pellegrini, junto a Lukaku.
En el medio, sin embargo, podría ser arriesgado para el equilibrio táctico renunciar a Bove, que es el centrocampista más dinámico, para reintroducir a Pellegrini junto a Paredes y Cristante, que no han destacado durante sus respectivas carreras por su velocidad. Pero también es una hipótesis a considerar. Seguramente esta vez Mourinho puede elegir, valorando los cambios en curso en función del resultado: gente como El Shaarawy y Azmoun, además de Belotti, han demostrado ser muy valiosos cuando entra en la segunda parte. Incluso Azmoun, sin una sola aparición como titular desde que llegó a la Roma, se va acostumbrando a amenizar la maniobra ofensiva. Y muchas veces emprender acciones objetivas, directa o indirectamente.