Leonardo Spinazzola y Renato Sanches no pueden estar contentos con cómo han vivido esta mitad de temporada en la Roma cuenta Jacopo Aliprandi en el Corriere dello Sport. Pocas satisfacciones, muchos problemas -algunos en el campo, otros en la enfermería- y la decepción a la afición. Además de la intolerancia de Mourinho, que esperaba tener dos titulares y en cambio en el último periodo se encontró considerándolos sólo para el banquillo. O peor.
En el entorno del mercado circulan cada vez más insistentes rumores sobre la posible salida de Renato Sanches, cedido por el Paris Saint Germain, y sobre la venta de Spinazzola para deshacerse de un importante salario e invertir en un jugador joven con talento y perspectiva. Características citadas por Mourinho tras el partido contra el Bologna. En resumen, el mercado también podría iluminarse con las salidas. La Roma puede valorar junto con el club francés finalizar la cesión del centrocampista portugués, aprovechando también las buenas relaciones entre los dos presidentes y los clubes, para sacarlo de la lista de la UEFA (jugó apenas 111 minutos) y liberar un Lugar para otro jugador, que puede llegar en invierno o para uno entre Azmoun y Kristensen.
El punto de Spinazzola es diferente. El lateral no tiene grandes problemas físicos pero sus actuaciones son decepcionantes y empujaron a Mou a sacarlo en el descanso ante Bologna y dejarlo fuera ante el Napoli. Spinazzola ya no da las garantías que alguna vez dio, su contrato expira en junio y no será renovado. Los clubes saudíes le siguen la pista (al igual que algunos equipos italianos de gama media) y si llegara una oferta para enero, la Roma se lo plantearía seriamente para tener un sustituto con más habilidad y ahorrarse salarios (3,5 millones).
