Es un partido directo por los puestos de Europa, que al menos se ha aplazado al lunes, pero llega en el momento de máximo esfuerzo, tras la contundente victoria ante el Leicester. La Roma irá a Florencia con un equipo necesariamente diferente al que mereció la final de la Conference League según los reportes de Corriere dello Sport.
Mourinho deberá estudiar los pros y los contras de cada elección, que depende fundamentalmente del esfuerzo físico de los jugadores. No se trata de desairar a la Fiorentina, ni mucho menos. En todo caso, se trata de construir una formación atléticamente competitiva, para un partido que puede valer mucho en términos de quinto-sexto lugar.
El dilema se resolverá entre el entrenamiento de hoy y el de mañana -ayer el equipo prácticamente descansó en Trigoria- en función de las respuestas de los jugadores: calientan para jugar con los titulares Kumbulla, Veretout, Maitland-Niles, Félix y Viña. Por su parte, Mourinho ha tenido buenas noticias sobre Mkhitaryan, que tuvo que parar en el partido de ida ante el Leicester. Estará disponible para la final en Tirana.
