Tras la victoria ante el Venecia, la Roma se reunió ayer en Trigoria para su primer entrenamiento antes del viaje a Suecia contra el Elsfsborg en la Europa League. Ayer en la mañana el equipo se dividió como es habitual en dos grupos: los que jugaron el domingo pasado descargaron en el gimnasio, mientras que los jugadores restantes practicaron sobre el césped bajo la mirada de Juric. Una noticia positiva, cuenta el diario Il Tempo, es que los jugadores que salieron maltrechos de la última jornada del campeonato están bien. Mancini realizó un trabajo de recuperación con sus compañeros y no necesitó pruebas instrumentales tras finalizar el partido con una venda en el muslo derecho (y también desplomándose a los pocos minutos, pero permaneciendo sobre el terreno de juego hasta la segunda parte).
Nada grave tampoco para Soulé: el ex jugador del Frosinone, que permaneció en el suelo unos segundos tras el gol de Pisilli, sólo sufrió un rasguño en el tobillo. Sin embargo, hay que evaluar la situación de Dybala: el argentino, que estuvo en el banquillo durante todo el partido contra el Venecia, realizó ayer un trabajo personalizado para recuperarse al 100% del endurecimiento del flexor izquierdo sufrido en Copa. Sin embargo, sigue trabajando individual Le Fée. El francés sigue en fuera debido al esguince del ligamento colateral medial de la rodilla sufrido hace más de un mes.
La esperanza es verlo en la convocatoria contra el Monza, de lo contrario se aprovechará el parón para recuperarlo para el gran partido contra el Inter el 20 de octubre. El camino de recuperación de Saelemaekers continúa tras la operación de fractura del maléolo medial realizada hace dos semanas. Hoy el equipo tendrá un día de descanso, con entrenamientos que se reanudarán mañana, cuando se darán los últimos retoques para luego partir hacia Boras.