A esta Roma no hay quien le sople. O bueno, mejor dicho, a esta Roma no hay nadie que le sople con la suficiente fuerza, que sea capaz de derribar a un equipo con una coraza mental difícilmente inigigualabre. Hoy, en un importante choque para seguir afianzándose en el liderato, el equipo capitalino ha vuelto a demostrar una madurez notable, para dar la vuelta a un choque donde se presagiaba la primera x en el casillero de derrotas de la tamporada.
Roma y Milán se veían las caras esta mañana en un duelo con dos equipos con dinámicas muy diferentes. Por un lado, una Roma que aún no conoce la derrota, con 9/9 triunfos en liga, y con el liderato bajo el brazo. Por el otro, un Milán que con el de hoy, acumula 5 partidos consecutivos sin ganar, dejándolas a 5 puntos del playoff por el titulo.
No obstante, rachas a un lado, la primera parte sembró dudas en el cuadro giallorossi. Con un tanto de penalti de la sueca Kosovare Asllani, el Milán se ponía por delante en el ecuador del primer round, en unos 45 minutos, donde la Roma no se sintió para nada cómoda. Por detrás en el marcador, las de Alessandro Spugna no encontraban espacio en zona de 3/4, más, si cabe, con un Milán enfrente que buscaba defender con uñas y dientes esta momentánea victoria.
Con la mentalidad de campeón, y el deber de remontar para continuar afianzándose como lideres en solitario, La Loba salió con una cara muy diferente en la segunda mitad. Hambre, ganas de dar la vuelta, y una Giugliano que volvió a brillar para desatascar este partido, sirvieron para dar la vuelta al que, posiblemente, haya sido el partido más complicado de la temporada. La propia Manuela Giugliano emparejaba la contienda en el 58´, para que, 5 minutos más tarde, Lucia Di Gugliemo pusiese el definitivo 2-1 en el marcador, que cierra así una gesta perfecta para la Roma: 10 victorias logradas en los 10 primero partidos de liga.
