El presidente de la Asociación Italiana de Entrenadores de Fútbol, Renzo Ulivieri, se pronunció en su página de Facebook respecto a las declaraciones realizadas por el técnico de la Roma, José Mourinho, al término del partido Roma-Inter:
«No puedo responder directamente a José Mourinho, no porque no me haya nombrado específicamente, sino porque no entró en el trasfondo de lo que dije en el comunicado de prensa de hace tres días. Más bien, estas son consideraciones que quiero hacer público para aclarar de nuevo algunos hechos personales Primero: en Italia todavía hay una democracia, de hecho para el cargo de presidente de AIAC, un papel que no es remunerado, uno es elegido por los propios entrenadores, y no nominado desde arriba. En cuanto a la sanción de tres años por una infracción deportiva sufrida por mí en 1986, aludida, repito lo que he repetido decenas de veces en el pasado, documentando lo siguiente: Dos años después del inicio de aquella sanción, que pasé en busca de prueba de descargo, la Caf, en sentencia de junio de 1988, reconoció, refiriéndose a mí: «el delito cometido en su ausencia y sin su conocimiento… Ulivieri pasa de la posición de protagonista absoluto, callido y testarudo, al de un genérico desacertado». Esta sentencia suponía la aceptación de una posible solicitud de indulto. Pero no pregunté, para salvaguardar mi dignidad, porque esto habría significado una admisión de culpabilidad, eligiendo servir la inhabilitación total, luego reiniciando desde la serie C. Tercero: en los últimos días muchos amigos se han dirigido a mí: «tú hablando de esto tanto que discutías constantemente con los árbitros…”, refiriéndose a mi pasado y numerosas expulsiones cuando estaba en el banquillo. Repito aquí lo que les dije: mientras estemos en la cancha, estamos parejos (me porto mal, me expulsan); cuando termina el partido ya no estamos parejos, porque el entrenador puede hablar y el árbitro no. Esto no se sentía bien entonces y no se siente bien ahora. Volviendo a Mourinho, coincido plenamente con sus conclusiones: estamos hechos de pastas diferentes. Pero no estoy contento con eso».
