Renzo Ulivieri. Un pasado como entrenador ciertamente curioso, muchas veces más allá de las líneas. El actual presidente del colegio de entrenadores criticó duramente a Mourinho por las declaraciones post Monza – Roma y dirigidas al colegiado Chiffi: «Son graves e inaceptables. Acciones que socavan los cimientos de todo el sistema, en una suerte de mano a mano. Respetabilidad y garantías para cada uno». El jugador registrado debe estar asegurado por los organismos encargados«.
Sin embargo, a Ulivieri le fue mucho peor. Hace apenas un año, cuando ya era presidente de la Assoallenatori, fue inhabilitado durante 4 días por el juez deportivo del departamento de fútbol femenino. Ulivieri ocupaba el cargo de entrenador del Pontedera y recibió un dura sanción por «expresiones irrespetuosas dirigidas al árbitro (partido con el Real Meda Cf terminó 0-0, ed)». Comportamiento que repitió incluso cuando abandonó el terreno de juego.
Un asunto serio. Hace dos años, en cambio, declaró: «Los entrenadores tienen derecho a enfadarse con los árbitros. Cuando era entrenador del Bologna, los exabruptos estaban a la orden del día. Una vez hasta 5 en total», admitió unos Hace meses. Innumerables veces fue expulsado por «observaciones irrespetuosas» sin mencionar el episodio ilegal con Cagliari en 1987.
«Estoy feliz porque una persona que fue sancionada durante 3 años por apuestas en el fútbol me ataco y eso me hace feliz”. Dijo Mourinho al margen de la derrota en casa ante el Inter, el técnico de la Roma. Mourinho, respondió así, aunque de forma sutil, una fuerte indirecta al presidente de la Asociación de Entrenadores de Italia.
Mourinho citó un episodio del pasado de Ulivieri, es decir, aquella sanción de 3 años, en la época del Cagliari, por el escándalo de las apuestas de fútbol en 1986. El episodio que menciona el técnico capitalino se remonta al asunto del Totonero que conmocionó a gran parte del fútbol italiano.
En ese momento Ulivieri ocupaba el puesto de entrenador del conjunto de Sardegana, y se vio envuelto en el escándalo, subsanando precisamente una inhabilitación de 3 años y pudiendo volver a entrenar recién en 1989.