Un ligero esguince en la rodilla izquierda, pero sobre todo mucho susto. Nicolò Zaniolo quien abandonó la grama del Allianz Stadium temiendo lo peor tras sentir un dolor en la rodilla operada por la rotura del cruzado. A las 4 de la mañana del lunes una revisión, luego otra pocas horas después de haber descartado lesiones y confirmado solo un ligero esguince. Un suspiro de alivio para el chico que ayer se sometió a fisioterapia y que hoy incluso salió al campo para un entrenamiento personalizado.
Mientras el equipo realizaba el último entrenamiento antes de la visita a Noruega en el Fulvio Bernardini en la cancha central, Zaniolo entrenaba individualmente junto a un preparador físico: regate, luego carrera y cambios de dirección para probar la rodilla. Y las sensaciones fueron más que positivas. La rodilla reaccionó bien a los estímulos, los cambios de dirección no crearon problemas y Nicolò se sintió mucho más tranquilo según los reportes de Corriere dello Sport. En definitiva, mucho miedo y pocos problemas de rodilla. Los entrenadores y el personal médico continuarán monitoreando la situación para evaluar su regreso al trabajo grupo y cuándo pueda salir al campo.
El Special One y su staff intentarán hacer todo lo posible para tenerlo en el terreno de juego contra el Napoli, pero la última palabra la tendrá el departamento médico: la prioridad es no correr ningún tipo de riesgo, por eso Zaniolo podría descansar una jornada más. Si elige el camino de la precaución, el número 22 también podría saltarse el partido de entre semana con Cagliari para volver a estar en plena forma para el partido contra el Milan el 31 de octubre.
