El día después de Nicolò Zaniolo fue decididamente más tranquilo en comparación con la noche luego del Roma-Verona. La discusión con Mancini en el campo, pero, sobre todo, las palabras de Fonseca fueron un cubo de agua fría para él después de las sonrisas por el regreso al gol ante Brescia, pero ya hoy la situación esta más relajada. Si todo había vuelto a la normalidad Mancini esa misma noche, también gracias a un mensaje que el defensor le envió unas horas después del partido, con Fonseca la aclaración se hizo en Trigoria. Pero lo que se han dicho el técnico y jugador permanecerá, como es comprensible, entre ellos.
La polémica
Porque no importa cual fue el problema, Zaniolo sabe que el técnico lo valora y le exige lo máximo, incluso a costa de tener que usar palabras fuertes. Palabras que el muchacho y su agente hubieran preferido que permanecieran en privado, solo para evitar controversias, pero Fonseca quería enviar un mensaje: en la Roma todos son iguales. Pero toda regla tiene su excepción, porque Zaniolo es el chico dorado del equipo, el más querido por los niños y el que más camisetas vende, pero para el entrenador solo importa el campo. Y es en el campo donde Nicolò debe dar las respuestas más convincentes. En el juego, donde rara vez falla un pase o rende `poco, y en el entrenamiento, donde es más fácil perderse.
En las últimas semanas, gracias al deseo de regresar lo antes posible para ver «el verdadero Zaniolo», el número 22 de la Roma ha tenido algunos momentos de nerviosismo, también debido a la presión que siente y que el club está buscando hacer más llevadera, consciente de que para él es un momento delicado. Pasos inevitables en el proceso de crecimiento de un joven de solo 21 años, que ha pasado incluso en 24 meses desde la primavera hasta la atención de los clubes más grandes del mundo. Atenciones que, por ahora, Zaniolo envía de vuelta al remitente: en la Roma está bien, se siente amado y mimado por los fanáticos (incluso aunque ayer muchos entendieron el «discurso» de Fonseca) y se siente en el centro del proyecto técnico, también en vista de la Euro del año que viene. Ahora todo lo que queda es reparar la relación con Fonseca, si es que se puede decir que hay una relación rota.
Vía: Chiara Zucchelli Gazzetta dello Sport
