Antes de hablar del rendimiento de Zalewski, de su crisis y del momento que vive, es necesario dar un paso atrás y hacer una premisa. Porque los insultos vergonzosos no sólo afectan al jugador sino sobre todo a la persona. Y Nicola, con sólo veintiún años y después de haber vivido la muerte de su padre hace dos años, realmente no los merece.
Lo saben también dentro de Trigoria, lo saben los jugadores y sobre todo lo sabe José Mourinho que, más allá de llevarle al banquillo más de una vez en los últimos tiempos en este momento en al canterano devenido carrilero, nunca le ha faltado su apoyo asegura este jueves Corriere dello Sport.
Hace sólo dos semanas Nicola recordó el segundo aniversario de la muerte de su padre. En estos dos años Nicola ha ido avanzando, ha crecido y como es normal ha vivido sus momentos buenos y otros no tanto. Como en el fútbol. Ahora atraviesa un periodo negativo entre motivos y pensamientos personales que no le ayudan a sacar lo mejor ni siquiera a nivel deportivo.
Ahora Nicola debe pensar en salir del torbellino de negatividad, entrenar lo mejor posible y luego recuperar el terreno de juego en el partido. ¿Como? También de paso por la selección nacional. Inevitablemente, no habría sido convocado por la selección absoluta dado su limitado uso en la Roma, por lo que aceptó de buen grado (y humildemente) jugar con la sub 21. ¿Un descenso? No, un gesto de buena voluntad para volver a encontrarnos.
