Un problema tras otro y ahora el miedo, aunque poco, vuelve a rondar por Trigoria. Este está siendo un tramo de temporada complicado desde el punto de vista de las lesiones para la Roma de José Mourinho, que de pronto se redescubrió frágil, tras una temporada en la que la enfermería vivió momentos de gran soledad. Si la lesión de Darboe en el cruzado se había olvidado rápidamente, por ser un elemento que no formaba parte de los planes del Special One, el inesperado nocaut de Wijnaldum, que tuvo lugar dentro de los muros de Trigoria, parece haber roto el hechizo.
Tras la lesión del neerlandés, hubo dos bajas ms por traumatismo (Zaniolo y Abraham, ambos en el hombro) y tres problemas musculares (El Shaarawy, Kumbulla y el último, cronológicamente, Zalewski). En el recuento dejamos de lado las molestias en la rodilla de Karsdorp, que volverá a la tras la visita a Empoli, ya superado el problema, y algunos problemas físicos registrados por Kluivert y Calafiori en la pretemporada.
Entre entrenamientos, amistosos y los seis primeros partidos de la temporada, ya son siete las lesiones de distinta índole y gravedad. Mala suerte, coincidencias, campos de juego no perfectos o fragilidad individual, las razones pueden ser otras, pero sin duda estos números representan una desafortunada novedad en Trigoria ya que ahí está Mourinho que, junto a su colaborador Carlos Lalin, había revolucionado el trabajo semanal, centrándose sobre la prevención de lesiones y la reducción de la carga de ejercicios en el gimnasio según cuenta hoy el diario La Reppublica.
La temporada actual ya ha batido el récord de indisponibilidad de la temporada pasada, cuando la Roma tuvo que prescindir de 3 jugadores al mismo tiempo (entre otras cosas, solo en cuatro ocasiones: en las jornadas 12, 17, 21 y 26). La dinámica aún no es dramática, pero la situación de las lesiones también forma parte del cuadro general de las dificultades del inicio de temporada.
Porque si construyes una Roma con Wijnaldum y Zaniolo en el campo, no tenerlos cambia los planes de carácter táctico y altera el potencial del equipo, transformando cada idea en algo hipotético.