La calma antes de la tormenta. Luego el silencio ensordecedor. La última publicación en redes sociales lo retrata absorto durante un entrenamiento en Trigoria, unos días antes de la grave lesión en la tibia, escribe Andrea Di Carlo en el diario La Repubblica.
El susto inicial, varios días de reflexión, apoyados por la familia, el club giallorossi y el PSG, luego el chequeo con el Dr. Ahlbaumer y finalmente la decisión de terapia conservadora. Sin operación, descanso y recuperación, maleta cerrada y rumbo a Países Bajos.
Y mientras su reemplazante, Mady Camara, habla en Trigoria, muchos fanáticos se preguntan: ¿qué pasó con Gini Wijnaldum? La actividad social quedó completamente interrumpida, sin señal ni estímulo en este momento para compartir esta fase de recuperación. Sólo las ganas de tranquilidad, por eso el holandés ha vuelto a «casa» a su Róterdam.
Gini disfrutó del primer día de clases del pequeño Jacian, todo documentado por las redes sociales de su esposa Virginia, entre una sesión y otra. El aparato ortopédico está ayudando a la calcificación de la tibia y trabaja a diario con un fisioterapeuta de confianza, siempre en estrecho contacto con el cuerpo médico de la Roma.
A mediados de octubre está previsto el regreso a la capital para el chequeo preparatorio para trazar el siguiente paso hacia la recuperación total. Positivo y optimista, Wijnaldum se prepara para la gran vuelta en enero: quiere ser el arma extra de la Roma de Mourinho.