A veces, el espíritu competitivo puede jugar malas pasadas. Así sucedió el pasado domingo durante el descanso del derby Lazio-Roma del campeonato Sub 17 (ganado por los biancocelesti por 3-1). De hecho, al final de la primera parte Vincenzo Vergine, máximo responsable del sector juvenil de los giallorossi, se trasladó de la grada al espacio frente a los vestuarios e insultó al árbitro según cuenta Il Corriere della Sera.
Una conducta no permitida por el reglamento, teniendo en cuenta que Vergine no había sido incluida en la lista de personas con permisos para acceder al área entregada al colegiado del partido. Para agravar la posición del directivo, las frases lanzadas fueron irrespetuosas y amenazantes dirigidas al trío de árbitros, además de la solicitud, hecha directamente al árbitro Riccardo Ghinelli, de escribir su nombre, a pesar de que el árbitro le pidió que se fuera.
Todo fue denunciado y luego comunicado al juez deportivo, que sancionó a la Roma con una multa de 300 euros. Mientras para Vergine, cae una sanción que le inhibe hasta el 9 de diciembre.