El jueves se espera un Olímpico intenso para el partido contra el Porto. Además de la importancia del encuentro en sí, que es prácticamente una final tras el empate de la ida, la afición giallorossi también apoyará al equipo tras el arbitraje penalizador de la semana pasada en Do Dragao.
Sin embargo, como informa Il Tempo, la instalación tendrá que prescindir de una parte del público. Tras los disturbios ocurridos durante el partido contra el Eintracht Frankfurt, la UEFA decidió sancionar a la Roma ordenando el cierre de los sectores 48 y 49 de la Curva Nord. Sin embargo, en el momento de la sanción, algunos aficionados, en particular los abonados al campeonato y a las copas, ya habían adquirido una entrada para los sectores posteriormente sancionados.
La Roma, a través de una nota oficial, tranquilizó a los interesados comunicando que se trasladarán igualmente a la Curva Nord, pero en los sectores adyacentes, es decir, 46 y 47. Para aquellos que todavía quieran comprar una entrada para el partido del jueves, todavía hay tiempo. A pesar de la importancia del partido, de hecho, hasta ahora sólo se han vendido 53 mil entradas.