Un peligro concreto pende sobre la Curva Sud. La advertencia para el sector más candente de la hinchada romanista sigue vigente tras la sentencia -una suspensión condicional de un año hasta el próximo 2 de noviembre- del Juez Deportivo para castigar los cánticos racistas dirigidos al Milan, Ibrahimovic y Kessie durante el partido de la temporada pasada contra los rossoneri en el Olímpico.
Según cuenta Il Tempo, el cierre de la Curva Sud por una fecha se desencadenaría si los árbitros o inspectores federales reportan un comportamiento similar de los hinchas de ese sector durante el próximo partido ante Napoli. En este sentido, es preocupante el hecho de que la Roma haya sido multada por los coros de discriminación territorial entonados por los giallorossi presentes en Génova el pasado lunes y dirigidos precisamente a los napolitanos.
Es difícil establecer si un posible coro de discriminación territorial puede ser considerado por el Juez suficiente para desencadenar el cierre de la Curva, disposición que en cambio sería automática si se dirigieran insultos racistas a los jugadores del equipo de Spalletti.
Teniendo en cuenta que después del enfrentamiento ante Napoli el próximo partido en casa es el derby, es comprensible que la alerta entre la afición sea máxima. Finalmente, se ha confirmado la despedida de Roma del director de ingresos Ryan Norys. El inglés regresa a su tierra natal y trabajará como director comercial del Tottenham. Friedkin busca ahora un reemplazo.
