La Roma se ha entrenado en la tarde de este sábado en Trigoria para realizar el último entrenamiento de cara al partido de mañana ante el Atalanta. Muchas ausencias para José Mourinho, que además de los pacientes de larga duración como Smalling, Kumbulla y Abraham, en los últimos días también ha perdido a Renato Sanches (esguince de tobillo), Ndicka y Aouar (partido para la Copa Africana de Naciones).
Entre tanto, en el campo de entrenamiento por primera vez con sus nuevos compañeros estuvo el recién llegado Dean Huijsen, que al menos mañana estará en el banquillo. Como contó en su primera entrevista con los Giallorossi, el neerlandés entró al entrenamiento junto con Lorenzo Pellegrini, quien inmediatamente bromeó con él para intentar tranquilizarlo: «Me dijo que traje la lluvia de Turín a Roma«.
Mancini y Paredes también estuvieron regularmente en la sesión de trabajo, ambos no al 100% pero deberían estar en el partido. El central todavía sufre de dolores en la ingle que perjudican su continuidad, especialmente en los entrenamientos, mientras que el argentino sufrió una fuerte contusión contra el Cremonese que parecía haberle provocado una fractura (hipótesis descartada).