Los toques finales antes de partir hacia Leverkusen, donde la Roma está llamada a remontar el déficit de 0-2 del partido de ida para alcanzar su tercera final europea consecutiva. Un compromiso también lastrado por el partido ante Atalanta del domingo que obliga a De Rossi a tomar decisiones.
El equipo solio este miércoles a los terrenos de Trigoria para realizar su último entrenamiento en Trigoria. Paulo Dybala está especialmente bajo observación, ya que últimamente ha estado habitualmente en el terreno de juego y tras los problemas ante Juve con el consecuente trabajo indivual de los últimos dos días hoy ha entrenado con el resto del grupo, demostrando que ha superado su problema en el músculo aductor. El argentino partirá hacia Alemania, luego De Rossi decidirá si lo utiliza o no desde el primer minuto.
Llorente también estuvo presente en la sesión de trabajo, el español que ayer realizo trabajo de terapia. Sin embargo, la pareja central debería estar formada por Mancini y N’Dicka. Por lo tanto, De Rossi tendrá a todos a su disposición, excepto Kristensen y Huijsen, que están excluidos de la lista de la UEFA. La intención parece ser hacer de tripas corazón en los dos próximos partidos que valen una temporada. Dybala, sin embargo, podría gestionarse a tiempo parcial.