La rotación de Rainieri ante el Napoli ha supuesto un buen empate y signos positivos de crecimiento en el equipo, tanto a nivel físico como mental, pero tendrá que dar frutos en el partido de mañana contra el Milan. Luces en el San Siro, luces también para los habituales de la Roma que descansaron el pasado domingo saliendo desde el banquillo y que seguramente volverán más descansados y concentrados para el partido único de cuartos de final de la Coppa Italia cuenta Corriere dello Sport.
La elección de Ranieri de hacer una gran rotación ante el líder de la liga fue arriesgada pero dio sus frutos: Dybala, Saelemaekers, Paredes, Pellegrini y Dovbyk ahora tendrán que dar las señales que el técnico espera para pasar de ronda y seguir soñando con la clasificación a la Europa League de la próxima temporada pasando por la copa.
La aguja de la balanza la tendrá Rensch que, en función de sus movimientos, decidirá también el esquema, considerado por Ranieri siempre móvil y poco importante. El neerlandés puede jugar como lateral (su rol natural) pero también puede adaptarse a la posición de defensa por derecha en linea de tres. Así, la Roma se moverá entre el 4-4-2 y el 3-5-2, moviendo mucho a los jugadores y decidiendo sobre la marcha cómo afrontar el partido. Asumiendo una defensa de cuatro, Rensch recorrerá la banda apoyando a los dos centrales Hummels y N’Dicka, mientras que en la izquierda estará Angeliño, que viene de marcar dos goles en los dos últimos partidos ante Eintracht y Napoli. Centro del campo a tres con Koné como referencia del departamento junto a Paredes y Pellegrini.
Dovbyk y Dybala, que liderarán el ataque, viven un momento muy positivo: el ucraniano ha marcado seis goles en los últimos ocho partidos disputados como titular. El argentino, por su parte, vive su mejor momento de condición atlética desde que aterrizó en la capital.
