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Tras la dimisión de la CEO Souloukou no solo esta el caos por el despido de Daniele De Rossi; sobre la griega recae la fallida gestión del caso Dybala y otros asuntos

Un cosa tras la otra. Tras la destitución de De Rossi y la contratación de Juric, la placa tectónica de Trigoria no paró y ayer por la mañana también se produjo la salida de Lina Souloukou. “La AS Roma anuncia la dimisión de la directora general. Agradecemos a Lina su dedicación en una fase especialmente crítica para el Club y le deseamos lo mejor en sus futuros retos profesionales. La propiedad sigue totalmente centrada en el crecimiento y el éxito de la Roma, con una atención constante a los valores que hacen que nuestro equipo sea tan especial«, afirma – en algunos pasajes incluso el mensaje es críptico – de los Friedkins después de otro terremoto que involucro al cuadro directivo del club

La directiva, contratada en abril de 2023 para sustituir a Berardi, acabó en el banquillo de los acusados precisamente por la decisión de proceder con el cambio en el banquillo de De Rossi a Juric. Una decisión ciertamente respaldada por los Friedkins, pero que la vio a ella como musa inspiradora de la idea. La relación con el icono romanista llevaba semanas desgastada y el conflicto había llegado a un punto sin retorno. Una situación que generó una avalancha de críticas hacia la ex directiva del Olympiacos, que culminaron con la pancarta «Lina el mal de Roma» y la protesta anunciada, que también se saldó con su dimisión. Un clima difícil que llevó a las autoridades a someterla a «medidas de protección», sin que se le asignara escolta, en espera de nuevas evaluaciones. Que obviamente ahora expiran con la separación.

El clima candente creado por la elección despedir a DDR enfureció a Dan y Ryan Friedkin, y Souloukou, cuyo contrato expiraba en 7 meses, acabó en el banquillo de los acusados ​​por la drástica caída de popularidad que sufrió a causa de la propiedad. La ruptura casi total con la afición no se podía ocultar bajo la alfombra y de ahí la decisión de separarse del director general (Ghisolfi estuvo regularmente en el Olímpico). Aunque además del comunicado no se ha filtrado ningún otro comentario desde EE.UU., ni siquiera extraoficialmente, los rumores dentro de Trigoria dicen que además de las razones medioambientales, también está sobre la mesa la fallida gestión del caso Dybala (Soulé y su total 30 millones de inversión acaban en el banquillo), la de Zalewski (hacia su reintegración) y, en general, algunas cargas sobre operaciones en el mercado que aumentaron los costes – Le Fee y Baldanzi – precisamente por la dureza del gestora griego con su homólogo. Ahora los Friedkins están llamados a encontrar rápidamente un nuevo director general y para ello se han confiado a Egon Zehnder: Roma necesita encontrar estabilidad rápidamente.

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