Para Francesco Totti y Walter Sabatini, probablemente, hablar de Edin Dzeko y Mohamed Salah tiene un poco de ese efecto nostálgico, porque la Roma de la temporada 2015-17 tenía los estigmas de los ganadores, también porque a su lado -además del Capitán (siempre y para siempre): han rotado campeones como De Rossi, Szczesny, Alisson, Rudiger, Manolas, Emerson Palmieri, Nainggolan, Pjanic y muchos otros.
No llegaron los éxitos (un 3º y un 2º puesto), los remordimientos, en cambio, pero también mucho espectáculo. Dzeko y Salah, ambos comprados por menos de 40 millones en total, en el año de gracia 2016-17, por ejemplo, anotaron 58 goles en total, formando un tándem de ataque sin igual.
“Eran muy fuertes individualmente y juntos eran una pareja formidable –dice Totti a La Gazzetta dello Sport-. No es casualidad que, también gracias a las asistencias de Salah, Edin marcó mucho, ganando además el título de máximo goleador de la Serie A con 29 goles”. Ahora la Champions les pondrá en contra, complicando cualquier pronóstico. “En Liverpool, el egipcio también se ha convertido en un goleador implacable. No quiero irme demasiado lejos en los pronósticos, pero estoy convencido de que verlos jugar en contra será un espectáculo”.
Dzeko y Salah llegaron a Roma con una semana de diferencia y se fueron a vivir a Casal Palocco, a unos cientos de metros entre sus villas. Al principio no fue amor a primera vista, porque el egipcio no pasaba muy poco el balón y el bosnio se enfadó. Le tocó a Spalletti enseñarles a vivir juntos, y lo hicieron tan bien que cuando Salah se fue, su cuenta era de 34 goles y 22 asistencias, la mitad de las cuales a Dzeko.
“Fichar a dos jugadores como ellos me hizo amar aún más mi trabajo – explica Sabatini, entonces director deportivo de la Roma -. Es cierto que vivieron sus pequeños egoísmos, pero luego se integraron muy bien. Por eso no haber ganado con ellos es el mayor arrepentimiento de mi carrera». No es casualidad que el propio Dzeko, tras un extenuante empate en casa con el Atlético de Madrid, dijera claramente: «Echo de menos a Salah». Y hace unos días al Daily Mail decía: “A mi manera ayudé a Mohamed a convertirse en lo que es ahora. Tuvimos grandes momentos en Roma. Profundicé y abrí espacios para su velocidad. Es un gran chico y se merece los goles que ha conseguido”.