Minutos finales del Brescia-Roma, resultado de 2-0 para los giallorossi; Totti con 16 años y medios «recién cumplidos» (nació el 28 de septiembre de 1976) y Boskov lo mandó al campo sorprendiéndolo: «En ese momento no me doy cuenta de que está hablando conmigo, pense que se dirigía a Muzzi, sentado a mi lado, y llamo de vuelta, cuenta en su autobiografía, “Un capitano”, escrita junto a Paolo Condò y que inspiró la serie “Speravo de morì prima” dedicada a su vida, la cual fue emitida en exclusiva por Skysport.
«Roberto me mira divertido: ‘Te habla a ti, muévete’. ¿A mí? Mi corazón salta hasta mi garganta. Me pongo de pie de un salto, empiezo a quitarme los pantalones del chándal pero, para hacerlo más rápido, no me quito los zapatos, lo que me lleva a un momento vergonzoso, tengo que sentarme en el suelo para sacarlos laboriosamente, en definitiva, un lío. Boskov en un momento se impacienta ante tanta torpeza, y me dice: ‘¿Qué te pasa, Totti, no quieres debutar?’. Justo antes de que se acabe el tiempo, por fin estoy listo. Entro en lugar de Rizzitelli, corría el 87′. Tuve tiempo de tocar un balón, lo llevo a la bandera del córner para ganar segundos preciosos. Entonces el árbitro Boggi pita el final, y confundido me doy cuenta de que he jugado en la Serie A».
De la banderilla del córner a bandera de la Roma
Le siguieron otros miles de momentos inolvidables, fragmentos de una carrera legendaria llena de récords que son aún más preciados porque todos fueron conquistados con la misma camiseta. Para el debut como titular hubo que esperar unos meses más (15 de diciembre de 1993, en la Copa de Italia ante la Sampdoria, con Mazzone en el banquillo), luego el primer gol en la Serie A (4 de septiembre de 1994, en Foggia), primero de 250 en 619 partidos (obviamente plusmarquista de la Roma, también es el jugador italiano que más ha marcado con el mismo club), el brazalete de capitán, el scudetto, el título de máximo goleador y la Bota de Oro, las victorias y caídas, la lesión y la recuperación. Todo encerrado en 25 temporadas convirtiéndose en un mito, una bandera. Una bandera «nacida» en el banderín de un córner.