Y no vivieron felices para siempre. Francesco Totti e Ilary Blasi ya no están juntos. Ya no se aman. De hecho, viven separados en casa y el tamaño de su casa en la zona Eur ciertamente les evita encuentros demasiado frecuentes, según informa el Corriere della Sera en articulo firmado por Giovanna Cavalli. Después de veinte años de amor, casi 17 (ay) de matrimonio y tres hijos, después de las dedicatorias en la cancha, pulgares en la boca de cada gol, la camiseta levantada con la palabra «6 unica», las fotos en la playa en Sabaudia siempre bella, siempre esculpida, rencillas domésticas como Sandra y Raimondo, retratos al atardecer en Instagram, entre un comercial de detergente (él) y uno de suavizante (ella), el viaje de despedida al Olímpico con toda la familia, la historia se acabó y no acabó bien.
Una publicación repentina pero detallada en el sitio web de Dagospia, a media tarde del lunes, fue el pistoletazo de salida. Entre la ex Letterina di Passaparola con remotas simpatías por la Lazio y el eterno símbolo de los giallorossi, quizás solo falten firmar los papeles timbrados (el reparto de bienes no será lo más sencillo) pero todo lo demás está ahí: faltas, peleas, amonestaciones y tarjetas rojas. Dicen, que la crisis ya se abrió hace tiempo. Ya que Ilary habría tenido un coqueteo con un colega de la televisión. Cuando Francesco se enteró -o alguien le advirtió amigablemente- obviamente no le gusto y lo habría escuchado por cortesía. Y la única, Ilary, ya no lo habría sido. El más atrevido de los informantes asegura que, cortejando por aquí y mirando por allá, al final Totti, que se convirtió en Campeón del Mundo en 2006, se habría enamorado de otra, con la que habría estado un tiempo y con la que parecería muy ocupado.
Gradualmente la armonía se rompería. En la última fiesta de cumpleaños de Francesco, por sus 45 años, el 27 de septiembre, Ilary no estuvo. Y el 5 de febrero, durante un viaje familiar a Castel Gandolfo, los dos se habrían peleado. Cero publicaciones en redes sociales. Ahora ella se esta preparando para liderar la Isla de los Famosos. Francesco estuvo en el estadio el sábado, junto a su amigo Daniele De Rossi. No hay confirmaciones públicas. Sin embargo, ni siquiera negaciones por parte de la pareja, se acabó el partido, todos a las duchas. Y el último romántico de la afición romanista solo puede repetir: «Speravo de morì prima«.