La Roma jugara su segunda final Europa el próximo 31 de mayo, la final de la Europa League. El teatro del partido contra el Sevilla será la preciosa Puskas Arena de Budapest. Construido entre 2017 y 2019, fue inaugurado el 15 de noviembre de 2019 con un partido amistoso entre Hungría y Uruguay. Una joya de la arquitectura con 67.155 plazas, a estrenar y costó 610 millones de euros.
Se encuentra en el sitio de un día estuvo el estadio Ferenc Puskas, cuya demolición se completó en 2017; ambos estadios llevan el nombre de la ex estrella del Real Madrid. En 2014, la UEFA eligió Budapest para albergar tres partidos de la fase de grupos y uno de los octavos de final de la Eurocopa que luego ganó la Italia de Roberto Mancini. En 2021 el primer partido del torneo disputado en el Puskas Arena fue el Hungría-Portugal. El partido terminó 3-0 a favor de la selección de Rui Patricio. Primer juego al 100% de su capacidad después de la pandemia que conmocionó al mundo entero.
Inicialmente el proyecto también incluía 800 metros de pista de atletismo (con vistas a las Olimpiadas) que nunca se llegó a construir. Se utilizó suficiente hormigón armado para construir 75 complejos residenciales, 12.000 toneladas de acero, un haz de cables de 1.700 km y un sistema de torres que evoca el pasado.
Se encuentra en el decimocuarto distrito de la capital húngara (Zugló) y está calificado como estadio de 4 estrellas por la UEFA y la FIFA. Su construcción también estuvo en el centro de la polémica de los detractores del primer ministro Victor Orban acusados de querer utilizar el fútbol como herramienta política. Las gradas son de tres niveles y una cubierta exterior que se puede utilizar como pantalla multimedia.
Los precedentes
Si para la Roma será una primera vez absoluta en la Puskás Arena, el Sevilla ya jugó allí, y la anterior no evoca buenos recuerdos para los andaluces. Allí, el 24 de septiembre de 2020, el equipo que entonces dirigía Julen Lopetegui perdió la Supercopa de la UEFA por 2-1 (en la prórroga): tras adelantarse con un penalti de Ocampos en el minuto 13. Los rojiblancos primero encajaron el gol del empate de Goretzka en el 34′ y el de la derrota final de Javi Martínez en el 104′. Ese día, en virtud de las normas sanitarias anti-Covid, sólo había 15.000 espectadores en las gradas.
Números totalmente diferentes, en las gradas, para los cuatro partidos de la Euro2020 que se disputaron allí: tres partidos del grupo F (que incluía, además de Hungría, Alemania, Francia y Portugal) y los octavos de final entre República Checa y Países Bajos. En ese caso, el aforo siempre rondaba los 55.000 espectadores, con un ambiente muy cálido sobre todo cuando la selección magiar estaba en el campo.
El sector de los romanistas
Para el partido de la Europa League, los aficionados giallorossi tienen asignado el cupo de entradas para la sección Sur (entradas E-F). De vuelta al Sur, por tanto, también para este partido que se juega a miles de kilómetros del Olímpico. Pero podemos apostar a que, con su voz, podrán hacer que Mourinho y los suyos se sientan como en casa. Después del Arena Kombëtare de Tirana hace un año, esta vez el teatro de los sueños se llama Puskás Arena: la esperanza es que el desenlace sea el mismo.