Todo gira en torno a Dybala. Paulo sí, Paulo no, Paulo no. Daniele no dio ninguna pista y pospuso el tema a la conversación con el jugador poco antes del partido de esta tarde. La sensación, sin embargo, es que el argentino no correrá riesgo. Y luego, si ‘La Joya’ no lo logra desde el principio, como parece, la tentación de jugar con dos delanteros centrales poderosos es fuerte. La carrera para el puesto junto a Lukaku está reservada a Abraham y Azmoun, el ex del partido que probablemente regresará al Bayer al final de la temporada, dado que parece difícil que la Roma pueda desembolsar los 12,5 millones solicitados por la redención por parte de los alemanes.
Ésta es -escribe Stefano Carina en ‘Il Messaggero‘- la jugada sorpresa que tiene en mente De Rossi, con un despliegue que le permite jugar como espejo con los alemanes utilizando la defensa de tres o volviendo al más clásico del 4- 4-2 (ampliando Spinazzola y relegando a Celik). Por eso, se descarta la posibilidad de que Spinazzola comience en el trío defensivo, con una línea de cinco en el mediocampo (Celik por derecha y Faraón por izquierda, con el trío Cristante, Paredes y Pellegrini en el medio) más los dos centrales.
Esta configuración, de confirmarse, permitiría a la Roma estar más equilibrada, sobre todo si el Leverkusen optara, como parece, por repetir la alineación del partido de ida con Boniface y Schick en el banquillo. Precisamente en el Roma-Barcelona, Di Francesco pasó a una defensa de tres, alineando a dos delanteros centros importantes (Dzeko y Schick), sorprendiendo así a los azulgranas. Svilar ya parece centrado en el partido de esta noche: «Queremos hacer un gran partido como equipo. Hace 48 partidos que no pierden, pero seguiremos intentando hacerlo lo mejor posible».
Sin embargo, dado que ya sería una hazaña llegar a la prórroga y posiblemente a los penaltis, Mile observó cómo Wirtz y sus compañeros disparan desde el punto de penalti: «Sí, ya lo hice la semana pasada. Antes del partido lo haré». Hazlo de nuevo, nunca se sabe lo que pasa».