Compras, transferencias, renovaciones, ajustes. Ciertamente no le falta trabajo a Tiago Pinto, que ayer se presentó a su nuevo mundo romanista. De compras y ventas poco y nada ha dejado claro, solo está enfocado en el próximo contrato de Pellegrini que tiene que hacer. Pero en el plato de prioridades también hay otros contratos por abordar, posiblemente con cierta urgencia según escribe Piero Torri en Il Romanista.
Y también por eso llega desde Brasil una embarcación cargada de agentes. Entre los que se encuentra el de Roger Ibáñez, Frederico Moraes, quien estaría haciendo las maletas para partir, a principios de la semana que viene, rumbo a Italia. Si primera parada será en Trigoria donde se presentará ante Tiago Pinto (los dos ya han hablado más de una vez) para llegar a un nuevo acuerdo económico sobre el contrato que une al defensa brasileño a la Roma hasta el 30 de junio del 2023.
Existe la necesidad, confirmada por ambas partes, de que el sueldo del defensa central sea adecuado, por un hecho objetivo visto cómo está jugando y, además, para poner un hipotético freno a los deseos de otros clubes importantes que ya lo han notado. Hay quienes han puesto los ojos en el brasileño, el pasado verano el Tottenham se presentó con una oferta de veinticinco millones por su ficha y un millonario sueldo para el defensa. El objetivo de la Roma y, por lo que resulta, también del jugador, es encontrar un nuevo acuerdo para el futuro inmediato.
Lo mismo puede decirse de Gonzalo Villar, el joven español que en los dos últimos meses ha hecho entender a todos (incluidos otros clubes) que es un centrocampista destinado a una carrera importante. Villar, llegó procedente del Elche que jugaba en la Serie B española, firmó contrato con la Roma hasta el 30 de junio de 2024 por un sueldo de cuatrocientos cincuenta mil euros netos (más pequeñas bonificaciones) por temporada. Será inevitable que Tiago Pinto se reúna pronto con el agente del centrocampista, Luis Gómez, para discutir su salario. Y también, como es la intención de la Roma tanto para Ibáñez como para Villar, intentar ampliar aún más el vínculo contractual con ambos jugadores. Lo cual tendrá su peso sobre la mesa de las dos negociaciones.
