Tammy Abraham ve el final del calvario que le mantiene alejado de los terrenos de juego desde el pasado mes de junio, cuando se dañó el ligamento cruzado en el último partido del campeonato contra el Spezia. Tras su regreso a la plantilla y en el banquillo ante el Sassuolo, el delantero inglés siguió entrenando con el grupo, como ya hizo ayer, en la sesión de Trigoria sin los jugadores convocados con la selección.
Abraham, al menos en estos primeros días, alternará el trabajo con el equipo, prestando atención y gestionando la carga de trabajo, con uno personalizado para evitar sobrecargas y forzar demasiado los músculos cuenta este viernes el diario Corriere dello Sport.
El objetivo de la Roma es tenerle de vuelta en el campo en un par de semanas. En el partido fuera de casa en Lecce podría marcharse con el equipo pero sin jugar (por eso el equipo piensa dejarle en Trigoria para trabajar), y luego ocupar un banquillo en el derbi del 6 de abril. ¿Para jugar unos minutos? Es difícil decirlo ahora, especialmente después de sólo un día con el equipo.
Todo dependerá de las reacciones de Abraham sobre el terreno de juego, de si se siente bien o de si el trabajo sobre el terreno de juego le ha cansado un poco. El objetivo del atacante, sin embargo, es estar allí dentro de unos veinte días, en el primer partido de la Europa League contra el Milan: Tammy pretende jugar allí una parte del partido, sobre todo si la lesión de Azmoun es grave y, por tanto, Lukaku no ha tenido tiempo de descansar en los próximos partidos de campeonato y copa.