Stephan El Shaarawy está listo. Tras el descanso ante el Atalanta, el atacante vestirá la camiseta de titular el sábado ante el Milan, escribe Marco Juric en el diario La Repubblica. El Faraón ocuparia, en teoría, el puesto que normalmente ocupa Paulo Dybala en ataque, quien continúa con su programa de recuperación de su lesión en el tobillo izquierdo.
El riesgo de que el argentino no este entre los titulares ante el Milan es alto. Para eso está el italiano, que se ha convertido en el arma extra de Roma. En el campo ha respondido con goles -son 6 en la temporada- y en el vestuario como líder silencioso. Un doble rol también reconocido por el club que sigue trabajando en la renovación del contrato que vence el próximo mes de junio.
En las últimas semanas ha aflorado la clara voluntad de la Roma de seguir juntos. Pero los más de 3,5 millones de bonos recibidos este año son demasiados para suponer una extensión con las mismas cifras. Se necesita un paso decisivo por parte del atacante hacia solicitudes (económicas) más suaves. Y luego el acuerdo se cerraría, ahora llevando a cinco años, su periplo por la capital italiana.
Por otro lado, y según cuenta el diario Il Tempo, los diálogos para la renovación han estado en pie desde hace algunas semanas, con el hermano y el agente de Stephan retomando el contacto con Pinto para encontrar la fórmula correcta. La certeza sigue siendo una: el fichaje solo llegará en las condiciones del club, es decir, con un salario reducido respecto al actual.
En enero de 2021, el exjugador del Milan regresaba a la capital como agente libre tras la experiencia en China, con un salario de 3,5 millones netos. Una cifra que a día de hoy, dada la edad del jugador y la economía del club, no sería sostenible. Pero Mourinho y la directiva no quieren perder en absoluto a un elemento tan importante y bien situado en el grupo, conscientes de que el 92 también tiene una fuerte voluntad de quedarse en los Giallorossi.