Leonardo Spinazzola ahora lo sabe. Lo tiene claro: José Mourinho también cuenta con él para la temporada que arrancara dentro de un mes. Así que, con toda probabilidad, permanecerá con los giallorossi por quinto año consecutivo asegura este miércoles Corriere dello Sport.
El condicional, sin embargo, sigue siendo obligatorio. ¿La razón? El contrato de Spinazzola vence en un año y ahora el balón está en sus manos. Si la Roma decidiera iniciar el nuevo curso con su contrato valido hasta el 30 de junio de 2024, no habría problemas, salvo luego actualizarse durante la temporada para una posible renovación. Un poco como ya han hecho El Shaarawy y Smalling.
Pero el carrilero tiene 30 años y está claro que debe reflexionar sobre su futuro: le buscan (sobre todo) en Arabia y Francia porque es cierto que tiene un sueldo importante, de 3 millones, pero también es cierto que un jugador tan experto cerca de la fecha límite de su contrato resulta tentador para muchos. Si fuera él quien presentara una oferta, la Roma lo consideraría, Mourinho lo sabe, pero para él Spinazzola es un jugador en el que confiar.
En el campo, en la izquierda y en el vestuario porque con Pellegrini, Cristante, Mancini, Belotti y El Shaarawy representa un pilar del bloque italiano. Italia, de hecho, es otro factor a tener en cuenta en el razonamiento de Spinazzola: Leonardo es campeón de Europa pero el recuerdo de la terrible lesión en el tendón de Aquiles también está ligado a la Eurocopa. En junio, su objetivo es volver a jugar con Italia en la Euro, también para volver a sentirse el mejor lateral izquierdo del continente, como cuando se lesionó. No en vano, en ese momento, tenía al Real Madrid detrás de él. Hoy Spinazzola es un hombre y un jugador diferente, pero está convencido de que puede dar lo mejor de si.