«Pellegrini nos ha encantado, sobre todo en la primera parte. Siempre ha jugado para el equipo, mientras que alguien ha jugado para sí mismo. Pero no diré quién ha sido», esta fue la frase pronunciada por Claudio Ranieri en la rueda de prensa posterior al Empoli-Roma.
Un trueno en cielo sereno tras el duodécimo resultado útil consecutivo y la quinta victoria consecutiva en Serie A. ¿Con quién la tenía tomada el técnico giallorossi? Según cuentan este lunes los diarios La Gazzetta dello Sport e Il Messaggero, el sospechoso principal podría ser Matias Soulé. El argentino decidió el partido y fue de los mejores sobre la cancha, pero muchas veces buscó situaciones de uno contra uno sin servir a sus compañeros. Y a la pregunta sobre el número 18, Rainieri respondió así: “Me gusta lo práctico y no lo académico, para mí jugar bien significa ganar partidos. Cuando tengas que marcar, tienes que hacerlo.»
El argentino, sin embargo, no desaprovechó ninguna oportunidad de gol. Dovbyk también está en el banquillo de los acusados. Artem entró al campo a falta de un cuarto de hora para el final y fue regañado varias veces por Claudio. Perdió varios balones y cometió errores en el mano a mano con Silvestri.
Finalmente desde Radio Mana Mana Sport Roma, agregan otro nombre a la lista de posibles mirados de Sir Claudio Ranieri tras el partido de este domingo ante Empoli. Según contó el periodista Giuseppe Lomonaco, se trataría del carrilero derecho Anass Salah-Eddine. El neerlandés tuvo un par de jugadas un podo delicadas en el partido sobre todo en fase defensiva que no habrían gustado del todo al entrenador.