Ola Solbakken, que acaba de llegar a la capital para reforzar la plantilla de los giallorossi, concedió una larga entrevista para Avisa Nordland, hablando de sus ganas de jugar en la Roma y desvelando algunas anécdotas. Estas son sus palabras: «Cuando me lastimé primero el tobillo y luego el hombro, tenía miedo de perder la oportunidad, pero eso no sucedió. Algunos clubes confiaron en los exámenes que había hecho con Bodø, otros querían verme personalmente pero Estuve muy deprimido esos días. Por suerte todo salió bien».
Y luego continua: «Cuando contra el Bodø perdimos en el partido de vuelta de los cuartos de final de Conference y la Roma se adelantó 1-0, el ambiente era una locura. Nunca me había sentido tan pequeño en un campo de fútbol, tuve la escalofríos«.
También habló sobre el rol que jugará en la alineación de los Giallorossi: «No sé si voy a jugar por la derecha o por la izquierda, me dijeron que tengo que cultivar mis puntos fuertes. Eso es todo. Quiero medirme con el ritmo del campeonato y los entrenamientos diarios y quiero ver como voy a trabajar con mis compañeros todo sera nuevo para mi y sinceramente estoy impaciente por empezar esta nueva aventura estoy seguro que sera un viaje muy emocionante, aunque me llevo muchos buenos recuerdos de Bodø. La Roma me quería tanto, me ha visto en tres partidos en vivo y en más de veinte partidos por televisión. Me conocen bien«.
Y luego concluyó diciendo bromeando sobre el número de camiseta y pidiendo un deseo: «La camiseta número 9 siempre ha sido mi favorita, pero está ocupada, por eso tomé la 18. ¿Qué me traje a Roma entre motos y bicicletas? Bueno, espero de verdad que la moto esté incluida en mi aventura…» Esta última afirmación, en concreto, hace referencia a las palabras de Mourinho que, tras la derrota de la Roma ante el Bodø, definió a Solbakken como el «motor» del equipo.
