El curioso parecido con el ganador del Oscar Matthew McConaughey, no engaña. Ola Selvaag Solbakken es futbolista de profesión. Y también lo hace que ha convencido a un club como la Roma para que le espere, le fiche y le acompañe en la carrera por una plantilla que debe tener como objetivo la Champions League cuenta Stefano Carina en el diario Il Messaggero,
El purgatorio del noruego ha terminado: ayer, tras casi dos meses de espera, pudo entrenarse con sus nuevos compañeros. Ahora tendrá que ponerse en forma: la Eliteserien finalizó el 13 de noviembre y Ola lleva 50 días sin jugar un partido. No marca desde el 23 de octubre, con un doblete en la victoria por 5-0 ante el Kristiansund. Aquí, precisamente en el tema de los goles, se debe hacer una aclaración de inmediato para no crear malentendidos o falsas expectativas.
Pese a los tres goles ante la Roma en la pasada Conference League, Solbakken no es delantero. En Ola, si hay que buscarle un parecido sobre el césped, quizás sea Zaniolo su semejante. Futbolistas afines, que hacen de la velocidad y la fuerza física sus puntos fuertes. Pero los goles, al menos hasta ahora, pocos. Solo 25 en 127 apariciones entre Bodø y Ranheim.
Entonces, ¿por qué la Roma apostó por él? Sin duda Solbakken aporta una calidad no banal en jugadas de cierto tipo, gracias a un pasado en el fútbol sala donde ocupó la posición de pivote, un rol que requiere de destreza física (fuerza y velocidad) y técnica. Los ojeadores de la Roma, además de verlo en directo en la copa, lo estudiaron durante mucho tiempo, al menos durante otros 20 partidos. Para Mou, en cambio, esos tres eran suficientes: «Solbakken parecía correr con MotoGP y los nuestros en bicicleta«.
Ola por ahora seguir trabajando en busca de que le llegue su primera convocatoria, que pudiera ser ante el Bologna, pero no se da por hecho que así sea por estar tanto tiempo fuera, este martes sin duda tendremos mayor certeza.