La noche del martes en San Siro fue un infierno para la Roma, dada la temperatura que alcanzó sobre las 23 horas el vestuario de la Roma escribe Ivan Zazzaroni este jueves en el Corriere dello Sport. El origen del «calentamiento» (nadie se salvó), una derrota sin atenuantes, y desconsoladora: otro mal partido en el momento equivocado, la anulación de otro objetivo de la temporada, y la evidencia de una fragilidad emocional inaceptable. Una no nueva decepción que ha alimentado los rumores, el descontento, el rencor y las fantasías de siempre.
Todos estaban presentes: futbolistas, técnicos, fisioterapeutas, trabajadores de almacén. Y ahí estaba José Mourinho, que ya no era el dispensador público de atenuantes y amparos para el grupo. Enfadado como nunca, Mou, que dos horas antes volvía por primera vez al escenario de la gloria y de la historia, por respeto al club en el que trabaja y al que representa, había respondido a los muy cariñosos coros y pancartas del Aficionados del Inter con la sobriedad y sensibilidad del técnico mundial: excesos cero.
«¡Quiero saber por qué, jugando cara a cara con el Inter, se cagan en los primeros diez minutos!«. Inmediatamente así, se dirigió el Special One, a los que habían salido al campo. Mou, aprovechando la oportunidad, no se limitó al partido de Copa de Italia: de golpe hizo el balance de las muchas cosas que no había digerido hasta el moment(eufemismo). «¡Y luego quiero saber por qué incluso contra el Milan se cargaron en 10 minutos! Todos, nadie excluido».
El lenguaje demasiado colorista que se comenta -desde el vestuario, de hecho- tiene el mérito de la fidelidad. «Quiero saber por qué durante dos años os habéis mostrado pequeños frente a los grandes. ¡Si somos pequeños, los árbitros nos tratan como pequeños! Tratan a la Roma como a un niño. El Inter es un súper equipo, los tienen en frente y en lugar de buscar las motivaciones correctas, ¡se cagan! (y tres, ed.). El mayor defecto de un hombre es la falta de huevos, la falta de personalidad. ¿Tienes miedo de juegos como este? Si es así váyanse a jugar a la Serie C, donde nunca enfrentarán equipos con campeones, los mejores estadios, la presión del gran fútbol. Sois gente sin cojones. ¡Lo peor para un hombre!”. (…)
Por otro lado y según el diario Il Messaggero los jugadores están muy molestos porque el exabrupto haya acabado en las portadas de los periódicos, se preguntan quién le dejó salir ya que en la habitación con Mourinho solo estaban ellos y los preparadores físicos. La sensación es que todo el mundo en Trigoria está esperando a que termine la temporada para entender si Mourinho seguirá o no al frente de la Roma. Muchos miembros del equipo, de hecho, están descontentos tanto con la gestión del técnico como con la de la empresa y estarían dispuestos a dejar el barco en caso de mejores ofertas.