Hay mucho aporte suyo en el pase de ronda de la Roma en Conference League. Para bien, dado que el gol de la victoria en los Países Bajos ante el Vitesse fue decisivo para el paso de octavos. Y mal, porque la expulsión, también en casa del conjunto neerlandés, complicó los planes de Mourinho para su regreso.
Sergio Oliveira, por tanto, quiere confirmarse y vengarse y, sobre todo, quiere convencer a la Roma de que el dinero que se gastará en su compra será justo. Siempre que todo acabe de forma positiva. Con el Porto sí, solo hay un apretón de manos y un derecho a comprar de 13 millones, pero mucho, si no todo, dependerá del rendimiento del portugués y de lo que la Roma sea capaz de recaudar de las ventas.
Por eso en Trigoria intentan revisar la parte económica del acuerdo: Tiago Pinto, si la Roma decide ejecutar su opción de compra por Oliveira, intentará obtener un descuento, en caso de pago único (10 millones más bonos) si no tendrá que pagar los 13 millones ya pactados, pero mínimo intentará obtener la posibilidad de hacer pagos a plazos según La Gazzetta dello Sport.
En cualquier caso, Oliveira tendrá que dar aún más para convencer a la Roma y formar parte de esa revolución que pretenden hacer el técnico y el director general. Desde que llegó, de hecho, ha desbancado a Veretout y no solo porque el francés lleva una semana sin estar disponible. Oliveira, aunque tuvo un problema en el pie que afectó su rendimiento y pagó inevitablemente su llegada a una liga muy diferente a la portuguesa, se está convirtiendo, con personalidad y juego, en un referente para Mourinho.
Los números lo certifican: en Conference se perdió el partido de vuelta con el Vitesse por descalificación, en la Copa de Italia jugó dos de dos, en Liga solo estuvo fuera en el partido con el Spezia por un problema en el talón, jugando así 9 juegos de 10. donde estuvo disponible.