Una vez pasado el gran miedo, la Roma volvió al trabajo este martes pensando sobre todo en el partido ante el Milan, escribe Andrea Pugliese en La Gazzetta dello Sport. Hay que defender el gol de Mancini, pero también hay que limitar a Leao y Hernández, la cadena que preocupa a Daniele De Rossi.
Esta vez Cristante estará ausente de ese lado por descalificación. Y luego De Rossi dará entrada a Edoardo Bove, que descansó en Udine de cara al partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League. La eleccion la confirmo el propio Daniele en mesa de prensa:»Bove jugará en lugar de Cristante. Tengo mucha fe en él, nada cambia. La elección que haré no cambiará en función de la ausencia de Bryan, que sigue siendo un valor importante, per jugará un jugador en el que tenemos grandes expectativas y confianza. Estoy seguro de que saldrá al final del partido con la camiseta empapada y hará un gran partido. Queremos que haga un gran partido, porque se lo merece».
Luego, obviamente la Roma no dejará de jugar – sería un suicidio entregarse a sus oponentes – pero habrá momentos en los que tendrá que cerrarse o no podrá regatear como quisiera. Y luego también será importante levantar el balón, saltarse las dos primeras líneas de presión rival, buscando el apoyo de Lukaku.
Romelu tendrá que ser bueno sacando al equipo, haciéndolo respirar, aguantando el balón y jugando desde el banco. Sí, porque como en la ida, Dybala quedará libre de algunas tareas tácticas, podrá jugar un poco de centrocampista y un poco de media punta, buscando la posición de máxima efectividad. Sacrificio y talento, para llegar a la semifinal.