El partido Roma-Feyenoord no es sólo el partido de vuelta del play-off de la Europa League (1-1), sino un acontecimiento que, tras los sucesos del 2015, exige una atención escrupulosa y un refuerzo de las medidas de seguridad, como informa este miércoles el diario Il Messengero.
Las fuentes de la capital estarán bajo vigilancia especial, empezando por la Barcaccia de Piazza di Spagna (que será acordonada al igual que las fuentes de Piazza Barberini, Trevi y Navona) y que en 2015 fue vandalizada por un grupo de hooligans neerlandeses que literalmente prendieron fuego al centro de Roma.
Mañana también se intensificarán los controles en el estadio, dada la gran afluencia prevista. De momento, como ya ha ocurrido en el pasado, no se puede descartar la presencia de aficionados del Feyenoord en la ciudad. El pasado 20 de abril, con motivo de los cuartos de final de la Europa League, a pesar de la prohibición, varios grupos de aficionados llegaron a la capital. .
