Será un Estadio Olímpico con entradas agotadas. A estas alturas una constante cuando la Roma juega en casa, que con el derby llegará a marcar el decimosexto sold out consecutivo. El domingo serán más de 62 mil, de los cuales 16 mil hinchas de la Lazio que ocuparán, como siempre, ocupando todo el costado norte.
En el frente del orden público, la reunión que tuvo lugar este jueves en la Prefectura, en presencia del Departamento de Seguridad de Roma, puso sobre la mesa las primeras medidas encaminadas a garantizar el buen desarrollo de todas las fases del partido. El área Olímpica estará dividida en tres sectores de acceso, Norte, Este y Sur, para evitar el contacto entre los aficionados.
E incluso si la atención por el partido es alta como siempre, no habría surgido ningún elemento particularmente crítico. Este sábado, en víspera del derby, tendrá lugar una nueva reunión institucional para hacer balance de la situación y establecer las medidas adicionales.
Mientras tanto, el Municipio ha activado el plan de transporte habitual, con prohibiciones de estacionamiento en las calles alrededor del Foro Itálico ya varias horas antes del inicio. Los aficionados en posesión de la entrada podrán aparcar en dos zonas dedicadas a ellos: los Giallorossi en piazzale Clodio y los biancocelesti en viale XVII Olimpiade.
Roma y Lazio, de mutuo acuerdo, querían aumentar la «zona de amortiguamiento» entre Tribuna Tevere y Distinti Nord, eliminando cientos de entradas de la venta. Una elección que en los últimos días había provocado algunas protestas de los aficionados de la Lazio. Pero la mirada seguirá siendo excepcional, con ambos fans listos con una coreografía ad hoc. El resto del estadio será Giallorossi, gracias a un espectáculo aún ultrasecreto organizado directamente por los Friedkins según cuenta Il Tempo.