Santiago Giménez, delantero mexicano del Feyenoord, concedió una entrevista al portal Voetbal International, en la que habló del próximo partido de la Europa League contra la Roma, pero sobre todo recordando el partido de la temporada pasada. Aquí sus declaraciones:
“Jugamos muy bien y en el minuto 90, con el marcador 1-1, teníamos un pie en la semifinal. Hasta el gol de Paulo Dybala. Entonces todo se derrumbó«.
Luego, sobre la tarjeta roja, añadió: “Los defensores de la Roma provocaron durante todo el partido, pero cuando hicimos el 1-1 y corrían el riesgo de ser eliminados, nunca más volví a saber de ellos. Sólo durante el agregado empezaron a hablar de nuevo. El partido inmediatamente quedó 2-1 y 3-1, al final perdimos halagadoramente 4-1. “Vete a casa”, gritaban esos defensores, “vete a llorar”. Incluso se rieron en nuestras caras. Me dije: “Ok, entonces pasarás a semifinales, pero con una patada mía para felicitarte. Por supuesto, supe inmediatamente que era roja. Mi temperamento se había apoderado de mí. Me dejé llevar. Me desahogué, pero no fue inteligente. Un auténtico delantero de primer nivel siempre controla sus emociones. No creo que me vuelva a pasar».
Por otra parte agrega: “Lo absurdo es que de todos modos me gustó ese partido: una guerra de fútbol con todos sus adornos. Su entrenador, José Mourinho, arma un escándalo, sus jugadores y sus aficionados se vuelven locos. Me gusta, siempre es así en De Kuip. Después fui a pedir disculpas a Gianluca Mancini. Él las aceptó y me dijo que me entendía. Si hubiera estado en mi lugar, habría hecho lo mismo».
