A un mes del inicio del campeonato, y con el trabajo a toda máquina, para trazar la parrilla de salida haría falta un adivino, que no lo soy, escribe Arrigo Sacchi en La Gazzetta dello Sport. Pero algo ya se empieza a vislumbrar. Por ejemplo, en mi opinión, sobre el papel el Inter tiene todo para ganar. No están más Onana, Brozovic, no esta más Dzeko y no volverá Lukaku, pero en el centro del campo esta Frattesi se ha asentado bien y en ataque, aunque perderán algo de capacidad goleadora, se han llevado a Marcus Thuram, que puede aportar energía, frescura, fuerza y velocidad, además de buenas dosis de inteligencia.
A los que se pregunten por qué no pongo al Napoli como favorito, enseguida les respondo: tengo algunas dudas sobre ellos. El principal peligro es que Spalletti, el hombre que creó el maravilloso grupo que mereció dominar el último campeonato, ya no esta. Y luego, otra incógnita: ¿habrán mantenido los jugadores el pudor mostrado en el pasado?
El Milan está reconstruyendo el equipo y no puedes estar seguro en esta situación. El año pasado tuvo muchos altibajos. Creo que el rendimiento de este año dependerá mucho de Pioli, que tendrá que hacer entender a sus muchachos un concepto simple: si somos un equipo, si jugamos como un equipo, entonces podemos llegar a cualquier parte. También es difícil pensar en la Juve que está haciendo otra revolución. Hasta el momento el regreso de Allegri no ha traído grandes satisfacciones, veremos qué pasa ahora.
Tengo curiosidad por ver a la Roma porque Mourinho es un fenómeno: podría vender refrigeradores en Alaska y espero que pueda sacar algo de su sombrero. La Lazio, en cambio, con la venta de Milinkovic-Savic ha perdido mucho y no siempre se le pueden pedir milagros a Sarri: en el último campeonato hizo una obra maestra al conquistar el segundo puesto con una escuadra bastante reducida. Ahora, si el club no quiere gastar, que al menos les den jóvenes para educar en el juego: es un maestro.