En la edición de este viernes del diario La Gazzetta dello Sport, hay una interesante entrevista a Walter Sabatini. El exdirector deportivo de la Roma, habló sobre el caso de las plusvalías y más. Aquí están sus palabras.
¿Quién es Edin Dzeko para usted?
Es la armonía en el movimiento del fútbol. El Inter hizo bien en ficharle.
Sabatini e Inter.
Un sueño haberla trabajado allí. Sin embargo, me perdí la puerta principal. Acepté una solicitud interna para permanecer fuera del organigrama. No debería haber hecho eso. Al Inter no vas como un fantasma, al Inter te rascas los codos en la mesa y haces las cosas con firmeza. Es un profundo pesar, no me puse en condiciones de dar lo mejor de mí: saliendo de la Roma, no había otro club que pudiera moverme.
Ahora que lo pienso, experimentaste la situación opuesta en Roma.
Aludes a Baldini. Pero tengo que agradecerle, él fue quien propone mi nombre a la propiedad americana. Cuando Pallotta le pidió que fuera asesor, le dije a Franco ‘tú aceptas, pero me voy, porque ningún director deportivo podría trabajar así’. Estoy lleno de defectos, pero no me arriesgué a volverme patético.
Inter está siguiendo Scamacca y Frattesi. Y los tuvo, en Roma.
La fuga de Scamacca me sorprendió, me entristeció, hice todo lo posible para asegurarme de que se quedara. Le prometí llevarlo al primer equipo enseguida, y lo habría hecho. ¿Frattesi? Llamé al que todavía estaba en el Allievi. Le dije: ‘Si no haces carrera en la Serie A, te voy a buscar, a ganarte’. Ricky Massara me hizo sentir así, por él y por Antonucci. Frattesi es el prototipo del centrocampista moderno: si estuviera en el Inter, lo tomaría de inmediato.
La alegría más grande.
Cuando Lamela, a la primera con la Roma, marca con la zurda en disparo cruzado. Sentí una botella romperse dentro de mí.
¿Qué efecto tiene para usted la investigación sobre ganancias de capital?
Me enorgullece que los míos sean todos acuerdos directos, irrefutables, inatacables, sin cruces. Y lo digo también por la Roma y su afición.
El próximo gran entrenador, entre sus exjugadores.
Demasiado fácil, vamos: Daniele De Rossi. Estoy seguro.