Walter Sabatini, ex director deportivo de la Roma, ha concedido una amplia entrevista al diario Corriere Della Sera, en donde entre otras cosas, ha repasado la actualidad del equipo capitalino. Una actualidad, donde ha hablado de la siempre presente posibilidad de su vuelta al equipo capitalino, y al rol de Francesco Totti en un futuro de la Roma.
Esto es lo que ha dicho:
¿Cómo va la batalla con su cuerpo?
“Soy un enfermo crónico de pulmón y bronquios y tengo dos stents en el corazón. Mis días son perezosos, no puedo soportar ritmos altos. Cuando salgo lo hago con la silla de ruedas porque se me ha movido una vértebra y después de la cementación me había montado la cabeza y me resbalé de la cama, fracturando mi fémur. Estoy todo roto, pero el verdadero problema sigue siendo la respiración: para hablar sin cansarme tengo que usar oxígeno».
La muerte la vio en la cara
“Sí. en 2018. Pero lo que me atormenta es el coma farmacológico de unos veinte días: he conocido a cualquiera bajo los efectos de los medicamentos. Parecía tan real que todavía me causa tormentos. También conocí a Dios disfrazado, pero fue un poco decepcionante porque me trató con mucha suficiencia”
¿Momentos absurdos con sus futbolistas?
«Tantos. Cogí a una persona para recuperar un par a las 3 de la mañana por Roma: a la mañana siguiente, en Trigoria, tenía que interceptarlos, llevarlos a un vestuario separado, ducharse y tomar un café. Siempre pasaba con Maicon y Nainggolan, quizás el centrocampista más fuerte que he tenido, pero cabeza de c… notable: tenía la obligación de llamarme a la una de la madrugada, pero se burlaba de mí a lo grande. Pero nunca se ha perdido un entrenamiento o un partido».
Pero si piensa en un regreso, ¿piensa en la Roma?
“No, creo que ya no la merezco. Siempre he mantenido al equipo a un nivel de gran competitividad en un momento histórico delicado. Pero hoy la Roma necesita un coche perfecto, un Ferrari, un Due Cavalli todo esbocado».
¿En Totti ha visto más soledad o egoísmo?
“En él no podía dejar de haber egoísmo porque la vida lo llevó por ese camino y nos lo dejó. Y él no tuvo la fuerza intelectual para liberarse de una determinada condición. Nunca logró razonar con el «nosotros», sino siempre con el yo. La verdad es que no le permitieron vivir: ya a los 17 años no podía salir de casa. Siempre ha sido el Capitán el Intocable. La histería que vi hacia él es irrefirible y él la pagó con la soledad. Todavía hoy es un chico solo, tanto es así que las cosas que trató de hacer no pudo hacer”
Cuando dice que Totti tiene que volver al fútbol, ¿lo dice con convicción?
“Sí, porque estoy seguro de que tiene sensibilidad y capacidad de juicio. No puedo reconocer la cultura que necesita para vivir en la manada, pero creo que merece ser un ejecutivo de la Roma, con un corte técnico, no administrativo. Y no lo que hace Ibrahimovic en el Milan, que es algo demasiado genérico. Hay que darle un papel de responsable del sector deportivo: los oficios se aprenden. Pero estos estadounidenses de la Roma son unos sinvergüences, gente que no ha entendido la ciudad y el sentido de la posesión que tiene la gente hacia el equipo: hay que conocer una afición como la de la Roma, no puedes fingir que no existe, porque el romanismo es un sentimiento demasiado poderoso, es una enfermedad».
