Ryan, Lina, Florent y Daniele. Son las cuatro almas actuales de la Roma, centro de la órbita de los Giallorossi. Además, como Dan, el gran jefe, va y viene, siempre esta el tiempo justo en Trigoria, cuando otros compromisos laborales se lo permiten. Por tanto, todo el futuro de la Roma está en sus manos, de esos cuatro que están allí: Ryan Friedkin, Lina Soulokou, Florent Ghisolfi y Daniele De Rossi. Como escribe Andrea Pugliese en La Gazzetta dello Sport, hay que dejar espacio a los cuarentones, a la dirección más joven de toda la Serie A.
Un soplo de aire fresco, sin duda, con la esperanza de que aguante el frutos que todos esperan. Exuberante, hambrienta y ansiosa. He aquí el ADN común de los cuatro abanderados giallorossi, todos ellos mucho más jóvenes incluso que quienes los precedieron en la zona de Trigoria. Ryan, el vicepresidente, tiene 34 años y antes que él ocupaba el cargo Mauro Baldissoni, que en cambio tiene 54 años. El documento de identidad de Lina Soulokou, la directora general del club, habla de 41 años, menos que Pietro Berardi. (48) o Guido Fienga (54), quienes ocuparon ese cargo antes que la directiva griega. Luego llega el último, Florent Ghisolfi, prácticamente contemporáneo de Tiago Pinto (39 primaveras para ambos) pero mucho más joven que Gianluca Petrachi, Frederic Massara y Monchi (todos 55 años), los tres últimos directores deportivos de la Roma antes de la llegada del francés.
Finalmente Daniele De Rossi, 40 años, el alma de la Roma, quien hoy en las próximas horas vivirá la oficialidad de su contrato de tres años con la Roma por unos 2,5 millones por temporada. Le precedieron en el banquillo de la Roma José Mourinho (61), Paulo Fonseca (51), Claudio Ranieri (72) y Eusebio Di Francesco (54). Está claro, por tanto, que la elección también estuvo condicionada por esto, por el deseo de contar con directivos jóvenes, dinámicos y con ambición de imponerse. No es que faltaran a los demás, pero sí se hizo una elección clara y evidente del campo.