Cuando Paulo Fonseca escribió su lista de deseos para Navidad, por así decirlo, no se la presentó al director general Guido Fienga. Ni al futuro director general Tiago Pinto. Se lo presentó directamente a Ryan Friedkin, según escribe Matteo Pinci en el diario La Repubblica. Porque el hijo de Dan ha decidido qué hacer cuando sea mayor: atender el mercado del club giallorosso en primera persona.
De hecho, ya ha empezado a hacerlo, participando activamente en las maniobras para intentar llevar a Roma a Bryan Reynolds, el lateral estadounidense de 19 años procedente de Dallas. Sin embargo, está siendo una negociación muy complicada y que difícilmente se concretará. Pero el joven Friedkin está solo al principio: todos los días estudia perfiles de jugadores, jóvenes en los que invertir. Lee fichas detalladas y análisis técnicos sobre posibles objetivos, pero también sobre los jugadores de la Primavera de la Roma, por los que tiene predilección: aprecia a Zalewski, Bamba, Milanese, Ciervo.
Fonseca no puede prescindir de una alternativa a Mkhitaryan: agradecería tener a disposición a El Shaarawy, Papu Gomez, Gervinho, pero difícilmente llegará uno de ellos. Más fácil es un joven en este momento, sobre todo por la situación económica. En el andén de salida, está Diawara que podría irse: y quien podría ser incluido en un intercambio.