El trece y el diecisiete para muchos supersticiosos son números que traen mala suerte. No para Rui Patricio, que con estos números de temporada está siendo uno de los mejores fichajes de la Roma y elementos vitales de la campaña, con muchas atajadas efectivas, liderazgo y la confianza que transmite al equipo.
Rui Patrício es uno de los referentes del vestuario, Mourinho apostó fuerte por él el pasado verano incluso a costa de gastarse 12 millones por un jugador de 33 años. Había que dar seguridad y personalidad a la portería de los giallorossi tras el flop de Pau López, necesitaba un jugador de talla internacional para hacer el cambio en Trigoria. Y el portugués respondió de la mejor manera posible. Cuarenta y dos partidos de la temporada, 49 goles encajados pero también muchas intervenciones que le dieron puntos a la Roma y 17 porterías a cero. Trece en Liga, el mejor portero de la Serie A, cuatro en la Conference League. Y otros (al menos) nueve partidos por jugar. Además de los objetivos del equipo, también quiere conseguir objetivos personales: batir su récord de 23 partidos sin goles que logró en la temporada 2017-2018 cuando vestía la camiseta del Sporting. En definitiva, batir sus récords para hacer grande también a la Roma.
Rui Patrício está acostumbrado a la presión, sabe la importancia de estos partidos y sabe afrontarlos. Por eso José Mourinho ha optado por apostar por su compatriota: sabe que puede contar con él en los partidos que importan, sabe que nunca le traicionará. Y los resultados, entre el césped y el vestuario, volvieron a dar la razón al Special One. En el campo, sus paradas han salvado repetidamente el resultado y han dado puntos preciosos a la Roma, que está tratando de encontrar confianza y equilibrio. Su apoyo también será fundamental en los próximos partidos entre el campeonato y la Conference League: partidos fundamentales para seguir soñando con el trofeo europeo y la cuarta plaza del campeonato.