Gervinho quien llevó la camiseta de Giallorossi durante tres temporadas volverá al Olímpico de Roma este domingo ahora jugando para el Parma. Gianluca Di Marzio contó en su web la historia de la negociación que lo llevo a formar parte del equipo de Rudi García.
Era Julio de 2013. García, fresco ganador de la Ligue 1 y de la Copa de Francia con el Lille, es el perfil elegido por la Roma para el banquillo. Todo el mundo está convencido, pero en el contrato del técnico había una cláusula no escrita tácita relacionada con el director deportivo de aquella epoca Walter Sabatini: «Me gustaría que me trajeras a Gervinho».
Sabatini no está convencido. Pasan unos días y al final decide intentarlo. Vuela a Londres para reunirse con el Arsenal: el club que posee la ficha del jugador. Está programada una reunión con Arsene Wenger. La noche anterior Walter cena en el Gaucho, un restaurante argentino cerca de Piccadilly Circus, y alguien lo reconoce. El chef del restaurante es un fanático de la Roma. Con un poco de miedo se acerca al técnico y le dice: «Mira, no sé por qué estás aquí pero te recomiendo que te lleves a cualquier jugador del Arsenal menos a uno … ¡Gervinho!». Sabatini pone los ojos en blanco pero no responde.
Al día siguiente Sabatini llega al centro deportivo de los Gunners. La primera oferta que le presenta a Wenger es tan baja que enfurece al francés. Tira la billetera sobre la mesa con enojo: «Sírvete tú mismo, Sabatini». La tensión aumenta. Al final, la Roma se llevará a Gervinho por algo más de 7 millones de euros. La solicitud inicial de los británicos fue 11. Los 9 goles y 12 asistencias de la primera temporada de Gervinho en el conjunto Giallorossi harán que Sabatini cambie de opinión: «Me equivoqué, García tenía razón». Después de tres temporadas, el marfileño se fue a China dejando buenas ganancias a la Roma. Inversión exitosa. Para el deleite de todos, incluido Gervinho.